En los muchos años que lleva el cine de contarnos historias, el whisky y los tragos icónicos han pasado por las grandes pantallas para hacernos disfrutar, reír y de vez en cuando sacarnos una pequeña lágrima.

El whisky es un personaje conocido en escenas que han marcado la industria cinematográfica, donde a menudo se le retrata como sinónimo de estilo y sofisticación. 

En ninguna manifestación de la cultura pop se identifican tanto el whisky y los cócteles con estados de ánimo, sentimientos y momentos específicos como en el cine.

Algunos han funcionado como inspiración para inmortalizar las escenas más icónicas del séptimo arte como aquella escena que posiblemente es la imagen más famosa de la historia de la pantalla, cuando el actor Humphrey Bogart en Casablanca (1942) en el papel de Rick Blaine de pie junto al piano con un vaso en la mano suspira por su amor perdido, Ilsa Lund, (Ingrid Bergman).

Contrariamente a la leyenda, Rick no dice “Tócala otra vez, Sam“, sino las últimas palabras en vida de “Bogie” fueron “Nunca debí cambiar el whisky por los martinis“.

Algunas bebidas son simplemente sinónimo de un momento de la gran pantalla y del personaje que las disfruta. Desde la afición de James Bond por The Macallan, el White Russian de “The Dude” en The Big Lebowski (1998) y la mancha que deja en su barba o el Vodka Tonic en la barra del bar de un Hotel de Tokyo de la mano de Scarlett Johansson en Lost in Translation (2003) y, qué decir del Manhattan improvisado de Marilyn Monroe en mitad de la noche en la comedia clásica Some Like It Hot (1959). 

Así que preparamos una selección de tragos emblemáticos que seguramente deleitará por igual a cinéfilos y amantes del whisky. Tanto si sus gustos se inclinan por el cine de acción como por el musical, por el whisky single malt o por la coctelería, tenemos la película perfecta con su bebida ideal, así que manos a la obra:

French 75 

De todos los bares, puede que ninguno sea más famoso que el Rick’s Café Américain en Casablanca, propiedad del personaje de Humphrey Bogart, Rick Blaine. En las escenas ambientadas en el bar se sirve toda clase de bebidas, sobre todo vino, brandy, whisky y champán. Pero la bebida que saltó a la fama tras ser pedida por Yvonne (Madeleine Lebeau) es el French 75, creada por los soldados franceses en la Primera Guerra Mundial que toma su nombre del cañón Howitzer de artillería de 75 mm, este cóctel de vino espumoso lleva ginebra, zumo de limón, azúcar y champán.

The Macallan 1962 Fine & Rare Whisky

El whisky siempre se ha considerado una destilado para hombres sofisticados, al igual que el inigualable espía James Bond, que adora las bebidas con carácter, especialmente un buen trago de The Macallan 1962.  En Skyfall (2012) conocemos el whisky favorito del agente 007, ya que se aprecia una memorable secuencia al estilo de Guillermo Tell con Daniel Craig y Javier Bardem, degustando una copa de este whisky escocés de 50 años. Esta botella es especial por ser un guiño al 50 aniversario de la primera película de James Bond titulada Dr. No, estrenada en 1962 y dirigida por Terence Young. 

Vodka Tonic

En el primer encuentro que protagonizan Charlotte (Scarlett Johansson) y Bob (Bill Murray) en Lost In Translation,  él pide un whisky, mientras ella demuestra lo perdida que estaba en Tokio al no saber qué ordenar al camarero. Al final se decide por un juvenil Vodka Tonic, un cóctel hecho principalmente de vodka, zumo de limón y agua tónica, que se contrapone al carácter añejo del whisky. Esta particular escena inicia la conversación entre los protagonistas, quedando en el imaginario colectivo de los cinéfilos como la bebida de la melancolía y el acompañante ideal para afrontar la soledad de una nueva ciudad. 

White Russian 

Uno de los binomios más emblemáticos de las últimas décadas entre los cocteles y el cine ha sido el White Russian y el bigote del actor Jeff Bridges en The Big Lebowski (1998). Inseparables durante gran parte de la cinta pocos elementos en el filme contribuyen a demostrar el carácter holgazán de “The Dude”, como pagar un litro de leche con un cheque personal para mezclarlo constantemente con uno de los cócteles menos populares de la época. La comedia policíaca de los hermanos Coen hizo grandes cosas por este cremoso digestivo, la inclusión de la bebida en este clásico de culto hizo que una generación más joven que se perdió el apogeo del White Russian a mediados de siglo se deleitara con la combinación de vodka, licor de café y crema ligera. 

White Angel

A la Holly Golightly de Audrey Hepburn, en el clásico Breakfast at Tiffany’s (1961), le gusta beber, ya sean cócteles de champán, Manhattan´s o Mississippi Punch (una mezcla de coñac, bourbon y ron). Pero su favorito es, por supuesto, el White Angel. Por mucho que intente escapar de otra versión del martini, Holly suele pedir el cóctel “mitad vodka, mitad ginebra, sin vermut” en el bar de Joe Bell. Esta comedia romántica dirigida por Blake Edwards y basada en el libro homónimo de Truman Capote sin el White Angel, la bebida favorita de la extravagante Holly Golightly, no sería lo mismo.

Manhattan 

Some Like It Hot está considerada como una de las mejores películas clásicas de comedia de todos los tiempos, con una atractiva combinación de Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon vestidos de mujer, una música estupenda y una pandilla de mafiosos que no puede dar un respiro. Marilyn Monroe, con su glamour, embelesa al público, cómo no recordar la escena en la que agita un Manhattan en una “coctelera” en una botella de agua caliente. El maestro Billy Wilder dirigió esta famosa película en 1959. Para entonces el cóctel Manhattan ya era conocido, pero con esta cómica escena su popularidad subió como la espuma. Esta bebida clásica se prepara con whisky, vermut rojo, hielo y una cereza marrasquino para decorar.  

Hablando de clásicos del cine y el whisky, recientemente, The Macallan presentó James Bond 60th Anniversary Release, con el cual la destilería escocesa conmemora seis décadas de películas protagonizadas por el legendario Agente 007. La extraordinaria colección comprende seis botellas de edición limitada que contienen un whisky single malt dentro de envases únicos, cada uno de los cuales presenta un diseño ilustrativo original y un color que evoca la década que representa. 

The Macallan también ha creado una serie de experiencias inmersivas para celebrar el 60º aniversario de James Bond, incluyendo una exposición única –The Macallan in Cinema– en The Macallan Estate, que llevará a los espectadores a través de la historia de la marca en el cine y los transportará a través de seis décadas de aventuras del agente Bond.